Pues es lo que leemos hoy en la prensa del diario El Comercio un artículo de opinión del Ingeniero Agrónomo Félix Sánchez Posada. Vamos a comentar algunos párrafos:
«A todas luces, o más bien a pocas luces, todos nos damos cuenta de que por clima: mucha lluvia y poco sol; por orografía: mucha cuesta; y por su desarrollo urbanístico: pocas avenidas y prácticamente ningún bulevar, las bicicletas sólo pueden utilizarse en Oviedo, en el mejor de los casos, como un elemento de ocio o deporte y difícilmente como un vehículo de transporte urbano.»
Vamos a compararnos con una ciudad en la que un 30% de los desplazamientos diarios se hacen en bicicleta: Amsterdam. La media anual de días de lluvia en Amsterdam es de 177 días. En Oviedo 122. Señor, hay que informarse un poco antes de escribir.
» Sufridos, muy sufridos tienen que ser los desplazamientos en bicicleta desde La Corredoria al alto de El Cristo, desde La Tenderina a Monte Alto o desde el centro de la ciudad al alto del Naranco. En Oviedo, en su toponimia, todo son altos y en sus calles, todo son cuestas.»
Es cierto, todo el mundo en Oviedo que va en bici va desde el Palais a la Gruta. Nadie vive en el centro y va al Fontán a comprar. Nadie vive en Buenavista y trabaja en la Plaza América… Quien solo mira los extremos … y desde una perspectiva (en Oviedo, hay bajadas, muchas bajadas!)
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Hombre, yo creo que aunque es cierto que el artículo está enfocado con pesimismo, no por ello deja de decir cosas que son ciertas. Yo personalmente no utilizo habitualmente la bici para desplazamientos en Oviedo, aunque sí practico ciclismo habitualmente. Y no la utilizo en los desplazamientos porque a día de hoy los carriles 30 no me dan la suficiente confianza (sólo cuando salgo de ruta y porque en esos casos me muevo rápido). Están bien en el llano y en bajada, que es donde se puede mantener una velocidad cercana a los 30 km/h, pero en las subidas no los considero una medida adecuada, básicamente porque la velocidad disminuye drásticamente convirtiendo al ciclista en un auténtico tapón de la circulación, lo cual incomoda a los conductores que van detrás y al propio ciclista que se siente como un incordio. Un domingo por la mañana esto no sería un problema, pero en hora punta es evidente que sí.
Yo por eso sería más partidario de habilitar carriles bici en los tramos ascendentes, que permitirían al ciclista subir cómodamente a su ritmo sin obstaculizar el tráfico. Así se evitan los nervios de los conductores y la falta de confianza del ciclista.
Sirva el comentario como observación de alguien predispuesto a utilizar la bici.
Comentario by Marks — 13 abril, 2011 @ 12:01
Mi padre el cual tiene ahora 80 años, alla por el año 60, iba a trabajar en bicicleta de cuadro de HIERRO¡¡¡, desde la tenderina hasta la avenida galicia con silla del rey, la bicicleta no tenia piñones, ni desarrollos modernos como las actuales, pero las cuestas eran las mismas y en algunos tramos el asfalto era sustituido por incomodo empedrado…en fin que hoy dia es mejor ir a trabajar en tu comodo coche, hablando por el manos libres, atascando la ciudad, y un sinfin de etc…
creo que en Oviedo la gente iria antes desnuda por la calle que en bicicleta, tenemos lo que nos merecemos, una ciudad muy bonita pero atascada y ruidosa.
Comentario by jhony — 29 abril, 2011 @ 16:32